Jubilada o no, tengo que recordar que
hoy es mi día, junto con otros miles de
maestros. Obviamente, todos tenemos
recuerdos gratos de momentos bellos.
Muy sin embargo, el quince de mayo
es mi predilecto.
La razón es sencilla, simplemente adoro
la enseñanza . . . los estudiantes, cada
uno diferente, sus personalidades
brotándose, las preferencias saliéndose
a la luz del día.
Pienso mucho en los padres. Cómo nos
entregan los tesoros más grandes al
darnos sus hijos por varias horas al día.
Su fe en los profesores me deja atónita.
Y va sin decir, que nosotros debemos
tomar este cargo muy seriamente.
Así que, doy gracias a Dios que pude
dar 41 años de mi vida a la enseñanza.
Recuerdo a mis alumnos con tanto
cariño. Hast lamento que en mi vejez,
poco a poco empezara el olvido. Quiero
agradecer a cada uno de mis estudiantes
los años de gozo que me dieron. Espero
que vayan al cielo con todo y papos,
como solíamos decir . . .
hijos del alma
favor de no olvidar
quien los adora
No comments:
Post a Comment