El día de hoy, honramos a los mayores
que hayan pasado a mejor vida. Es bello
y triste a la vez. Sé que pensamos en
ellos a menudo, pero hoy es el día
asignado para celebrarles. Para mí, es
importante estar cerca del altar en donde
se encuentran sus fotografías de antaño.
Adorno el altar con platillos pequeños de
sus comidas preferidas. Prendo las velas y
se comienza la hora de contar sus historias.
Hay risas dulces que suelen salir con los
cuentos chistosos. Las lágrimas caen
copiosamente con los relatos tristes. Doy
gracias que se les hayan asignado un día
especial sólo para ellos. Así, recuerdo el
cariño que les tuve, además es grato
recordar que me dieron el don de la vida . . .
porque sin ellos no existiría yo . . . Brindo
por ellos en hora buena. Espero que donde
quiera que estén, se acuerdan de mí.
honro mi madre
recuerdo a mi papá
lloro cántaros
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