Hoy para mí, es aún más
triste ya que celebramos
a los nenes que hemos
perdido.
Mi propia familia también
ha perdido . . . desde el
fallecimiento de mi carnal
Samuel hasta mis nietecitos.
Obviamente, hay mucha
tristeza en el tribu Latino.
Lo que me conmueve mucho
es el valor con que enfrenten
sus pérdidas. Y, hasta celebran
sus vidas.
Claro que honro a nuestros
niños perdidos. Pero hoy,
también honro a las madres
y los padres que han sufrido
estas pérdidas tan difíciles.
Ruego que haya consolación
para todos . . .